lunes, 1 de octubre de 2007

Solidaridad con Myanmar (Birmania)


INFORME se solidariza con el sufrimiento del pueblo de Birmania. Las luchas políticas son, en muchos casos, luchas por la libertad. Condenamos que en Birmania, como otras regiones del mundo, la democracia y las libertades plenas sean limitadas y reprimidas.


Queremos, al mismo tiempo, saludar la nobleza del pueblo birmano y compartir algunos de los mejores rostros de Birmania

1 comentario:

Andrés Torres dijo...

MYANMAR: SIN ESPERANZA

Algunos periodistas la llamaron desde la primera manifestación de monjes budistas en septiembre 21 en Yangon la Revolución de Azafrán, en referencia al color de las túnicas de los monjes.

Ni fue revolución ni supo a azafrán.

Desde 1962 la vida política de Myanmar ha sido guiada por golpes de estado, balaceras callejeras y gobierno de militares. Y durante estos 45 años a nadie fuera de Myanmar le ha importado, ¿por qué debería ser diferente en 2007?

Aquí sustento que no habrá cambio por las mismas razones que no se ha dado: a nadie le interesa.

Primeramente, en 1961 U Thant, birmano ---gentilicio de Myanmar---, fue electo Secretario General de las Naciones Unidas. Al año siguiente se dio el primer golpe de estado que derribó al gobierno democrático. Ni siquiera como líder de la ONU, U Thant logró convencer a las potencias de que se debía poner atención en Myanmar.

En segundo lugar, a la India, la única nación democrática con la que limita Myanmar, no le interesa que el país se democratice y compita en los mercados con mano de obra barata en la región del sur de Asia. En un viaje a Tailandia en 1999, un amigo inglés me comentó que solo los mayores de 50 años hablaban inglés en Myanmar y las nuevas generaciones solo utilizan la lengua birmana. Esto coloca a la India en la ---sin contar la ciudad-estado de Singapur--- como la única nación que puede proveer de hablantes de lengua inglesa a las empresas transnacionales en Asia Pacífico. La India no tiene el menor interés, es más sería absurdo en términos económicos abrir la frontera y permitir el libre paso de personas y mercancías. La India se vería inundada de inmigrantes de Myanmar y el trato que tiene para comprar gas y petróleo barato del presidente militar Than Shwe llegaría a su fin.

En tercer lugar, la China, la comunista, totalitaria, dictatorial y antidemocrática, tiene en Myanmar a un buen aliado y socio al que le compra también petróleo y gas a precios inferiores a los internacionales. Y además, si Myanmar se va al carajo, a los chinos les importa un rábano. Le comprarían más petróleo por ejemplo a Venezuela.

En cuarto lugar, los países de la Asociación de Naciones del Sureste de Asia (ASEAN) aceptaron a Myanmar en 1999, con el fin de lograr una apertura del régimen que los EUA y Gran Bretaña no habían conseguido. Pero entre los miembros de la ASEAN existe la norma no escrita de no molestarse mutuamente, esto es obvio. Ningún país criticó a Mahathir de Malasia después de meter a su contrincante político a la cárcel acusado de sodomía en los noventa, nadie criticó a Marcos ni a su esposa Imelda de las Filipinas en los ochenta, nadie dijo nada de Suharto ni de Sukarno de Indonesia en los sesenta y noventa, y por su puesto nadie criticó al eficiente pero nunca democrático Lee Kwan Yeu de Singapur durante el arreglo de la elección de su sucesor, y por último tampoco hicieron nada durante el golpe de estado en Tailandia el año pasado. Lo que yo no entiendo es por qué los diarios europeos, mexicanos y estadounidenses se preguntan por que la ASEAN no hace nada. Muy fácil, nunca lo ha hecho y hacerlo es darse un tiro al pie.

Finalmente, EUA y Europa, ¿por qué no hacen nada? Porque tienen el mismo interés que un mexicano en Myanmar. Y no quiero afirmar que a los mexicanos no nos interese el mundo, pero ¿usted se iría a Myanmar como enviado de paz? ¿Invertiría su dinero en ir allá?

No se preocupe en responder, lo cierto es que a nadie le importa que maten a unos monjes budistas que quieren votar. Yo, por cierto, lo único que hago es decirlo a unos pocos lectores.